Hace 25 años se cometía el peor crimen contra la libertad de expresión en Argentina desde el retorno de la democracia: El 25 de enero de 1997 el reportero gráfico José Luis Cabezas fue secuestrado, golpeado, asesinado e incinerado en un descampado de la costa atlántica.

Sobre el crimen, Paula Moreno, presidenta de FOPEA, marcó: “ En ese momento se arrebató lo principal, que es la vida, para destruir la libertad y para destruir la expresión. No sólo se quería limitar lo que pretendíamos decir o mostrar, sino que se intentaba sembrar el terror y promover la autocensura, que es el peor golpe a la actividad periodística. Hacer bien el trabajo periodístico siempre molesta. Lejos de callar, sólo lograron despertar más voces y marcar presencia. FOPEA estuvo, está y estará acompañando el dolor de esa familia que no cesa, de todo el entorno de José Luis Cabezas, pero también entendiendo que las nuevas generaciones deben conocer e interpretar lo sucedido por este grito de ¡Cabezas Presente!”.

En este día también queremos saludar afectuosamente en su día a todos los reporteros gráficos del país, que con su mirada crítica y presencia en las calles contribuyen a la calidad del periodismo argentino y a la construcción colectiva de memoria. Ellos además fueron actores claves para que nadie, en ningún rincón de Argentina, se haya olvidado de Cabezas en estos 25 años.

La defensa del libre ejercicio del periodismo es la columna vertebral de FOPEA. Paula Moreno también destacó que en estos tiempos la unidad de los colegas de todo el país es fundamental: “Uno de los principales desafíos de este presente es luchar contra los ataques contra la libertad de expresión, pero debemos hacerlo unidos y con mucha memoria, con más y mejor periodismo. Desde FOPEA estamos convencidos de que es la única manera de desterrar la impunidad”.

Hoy, en un nuevo aniversario del crimen de José Luis Cabezas, compartimos un texto colaborativo que realizamos junto a 25 periodistas para que lo recuerden con anécdotas vividas junto a él y reflexiones sobre lo que su muerte representa para el periodismo argentino. FOPEA