Desde que comenzó el aislamiento social y obligatorio en nuestro país, uno de los debates que se plantea en la sociedad gira alrededor de la educación. Cómo es el vínculo entre docente y alumno, cómo es educar mediante plataformas digitales y cómo es el día a día del grupo de WhatsApp de padres. ¿Cuáles son las preocupaciones?
La cuarenta obligatoria que atraviesa Argentina por la pandemia del coronavirus modificó el vínculo entre docente y estudiante. La imposibilidad de contar con el aula marca un cambio rotundo que, para las escuelas y estudiantes implica todo un desafío. Pese a que internet ayuda, no todos tienen la posibilidad de acceder a plataformas digitales.
Sandra Bruno, docente de nivel inicial de La Plata contó cómo tuvo que adaptarse a los tiempos que corren y qué expectativas tiene para la educación a distancia: “Garantizar el derecho a la educación de los niños y niñas más pequeños es el desafío permanente de la tarea docente, que en este contexto tan inédito y complejo, nos desafía a buscar nuevas formas de acercarnos a los niños, las niñas y a sus familias”.
“En ningún momento podemos pretender que la familia suplante a la maestra, sino que tiene que intervenir como mediadora entre la maestra y el niño. Tenemos que estar presentes en esta ausencia”.
¿Qué pasa si el alumno no tiene las herramientas de conectividad?
“En estos casos ya está previsto a través de la Provincia. Tuvimos que hacer un relevamiento de todas las familias que carecían de los medios digitales. Se les entregó un cuadernillo que se reparte el mismo día que se reparten los bolsones de alimentos. Tienen acceso a la educación a través de los cuadernillos que envía la dirección de escuelas”.
María Méndez, Licenciada en Psicopedagogía, explicó: “Estamos atravesando una situación que nos excede, para la cual nadie estaba preparado, ni existía una reglamentación que avale a cada individualidad desde su situación. Estamos haciendo una obra de teatro mientras la actuamos”
Desde su rol dentro de la escuela, está aprendiendo –diariamente- con las plataformas virtuales para que los alumnos sigan teniendo el derecho de recibir educación, que se sientan contenidos y acompañados. Como muchos, implementaron las clases por Zoom. “Estamos armando un reglamento para crear el mejor clima de aprendizaje posible para todos, contemplando las medidas de seguridad acordes”.
“Me parece muy importante: Desarrollar nuestra paciencia; no somos expertos, estamos aprendiendo; permitir que las emociones fluyan; priorizar el diálogo; armar rutinas de lunes a viernes y flexibilizarlas el fin de semana; aprender a hacer con lo que hay, e intentar adaptarnos ante la incertidumbre”.
“Chats de mamis y papis”
Por otro lado está el chat que comparten los padres de los estudiantes en WhatsApp, que ya es -prácticamente – un canal oficial entre las familias de una misma institución educativa. Cabe recordar el caso del video que se viralizó de la maestra de Lomas de Zamora que, cansada de estos grupos, se filmó diciendo un chiste que –rápidamente- generó polémica en las redes sociales.
Si bien la herramienta resulta un canal de información muy útil para los padres, también es escenario de prácticas que pueden resultar molestas para los integrantes del grupo, e incluso marco de algunas disputas.
Evangelina es mamá de una nena de 3 y un nene 7. Para ella los grupos son muy diferentes entre sí, “el del jardín no fue del todo positivo, eran quejas de la institución, hablar mal de la docente y eso no construye ni favorece el vínculo del nene con la escuela”. Mientras que en el otro chat, se pasan actividades para hacer en cuarentena, más allá de que la docente está a disposición vía plataformas digitales y de que hay un acompañamiento personalizado.
En relación a si aprenden o no los chicos en este contexto, Evangelina dijo que “es difícil” y que “ve el esfuerzo de la docente” pero que no todos los niños tienen el acompañamiento familiar que se necesita para poder realizar las tareas. Además, aclaró que se complica cuando el estudiante no tiene conectividad o cuando la familia tiene un sólo celular y son varios hijos.
Sandra también opinó al respecto y dijo que “el grupo de mamis no debe formar parte de la información formal de una institución” pero que “cuando hay una emergencia o es algo que tenemos que informar de manera inmediata, por supuesto que llamamos a uno de la familia para que lo ponga en el grupo de madres”.
Por último, Silvia, mamá de una nena de 11 y otra de 15, contó que para ella también ambos chats son diferentes y que “hay madres que comentan mucho y otras que no contestan nada”. También aseguró que hablan de las actividades de la escuela en cuarentena, pero que sin embargo, siempre hay algún comentario que genera malos entendidos.
Be the first to comment on "Educar en cuarentena: el desafío de las clases virtuales y el día a día de los “chats de mamis”"