La sequía nos afecta a todos. Hace caer la producción, las exportaciones, el trabajo, el consumo, afectando gravemente el interior del país.
Este año a la Argentina le faltarán aproximadamente entre 12 y 15.000 millones de dólares.
La mitad de los productores perderán parte o todo su capital y la otra mitad, a lo sumo, recuperarán sus aportes de la campaña sin incluir amortizaciones de bienes afectados a la actividad.
La falta de producción impactará aún más en los precios de los elementos básicos de la canasta familiar, pese a que el productor está en quebranto.
Hace 3 años que tenemos sequía y el Gobierno Nacional recién ahora, se reunió con la Mesa de Enlace para evaluar qué hacer. La respuesta fue pobre e inútil.
El gobierno debe asumir que su política de retenciones y tipo de cambio hundido ha fracasado. Somos el único país que aplica retenciones al agro y desdibuja brutalmente el tipo de cambio. Brasil, Uruguay, Paraguay y Bolivia no aplican derechos de exportación y pagan la producción (agropecuaria, industrial y servicios) a tipo de cambio libre. De esa forma en estos 20 años duplicaron sus exportaciones, bajaron la pobreza, la desocupación y terminaron con las crónicas crisis cambiarias, dicho esto en informes de organismos internacionales.
Después de 20 años de estancamiento, el Gobierno Nacional tiene la oportunidad, si así lo decide, de cambiar sus hasta ahora malogradas políticas económicas.
Es imprescindible
· Sacar la presión a los productores y a su capacidad de producir evitando la pérdida de empleos en el interior.
· Eliminar los derechos de exportación.
· Determinar un tipo de cambio mayor ajustado por inflación. (como se está haciendo con la industria petrolera, minera y automotriz)
· Abrir las exportaciones y de cuero crudo, entre otros.
· Recuperar el capital de trabajo, devolviendo, a valor actualizado, los saldos técnicos de impuestos nacionales retenidos o pagados a cuenta.
· Suspender el pago de los anticipos y la devolución de los ya pagados.
· Refinanciar los créditos a tasa subsidiada.
· Promover que las provincias defiendan al sector, conminando al Gobierno Nacional para realizar los cambios necesarios, así como acompañando su política respecto del inmobiliario y patentes.
· Suspender por parte de comunas y municipios las tasas viales e hídricas.
· Promover la baja sustancial del Derecho de Registro e Inspección e Ingresos Brutos sobre los alimentos. Los impuestos nacionales, provinciales y municipales, son el principal costo de los alimentos en nuestro país.
Sólo de esta forma se podrá recuperar la producción y las exportaciones imprescindibles para estabilizar la economía, recuperar el empleo y bajar la pobreza.
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