El dirigente de Carbap y productor juninense, Gustavo Frederking, dijo que “esto es un alivio” aunque “no podemos decir que la sequía no está más”.

Las lluvias llegaron al campo y un poco de esperanza se abrió en el sector agropecuario. Tras varias semanas de falta de precipitaciones y un arrastre completamente negativo de meses anteriores, que impactaron de lleno en la cadena productiva, el panorama se va aclarando, aunque el dirigente de Carbap y productor juninense, Gustavo Frederking, aclaró que “esto es un alivio, no podemos decir que la sequía no está más”.

“Las lluvias el productor las tomó como una bendición del cielo porque la venimos pasando muy mal, sinceramente. No recuerdo algo igual con la sequía. La situación mental de los productores venía por el piso porque parecía que iban a fallar nuevamente los pronosticadores que venían anunciando un fenómeno del niño desde septiembre y no se venía cumpliendo para nada”, reflexionó.

Al mismo tiempo, el ex titular de la Sociedad Rural de Junín, comentó: “esta situación de alivio no significa que la sequía se haya ido ni mucho menos”.

“Ahora se va a poder sembrar soja con buen perfil en el suelo, los cultivos de maíz van a crecer bien, el trigo que estaba en una situación muy crítica se va a terminar de establecer, pero dentro de todo se puede prever que habrá un rendimiento lógico, teniendo en cuenta que el año pasado no se cosechó en la zona prácticamente”, reparó.

Con respecto a la ganadería, expuso: “también estamos en una situación muy compleja donde ya no había nada para darles de comer a las vacas. Era una incertidumbre total, con la sequía devastando todo”.

En tanto, sumó como variable negativa: “con las heladas tardías en el trigo hay daño dispar, de hasta 60% por lote”. Infonoroeste