Desde la Bolsa de Comercio de Rosario señalaron que si no hay lluvias en el corto plazo, una parte del rendimiento se perderá en zona núcleo.

(Por Agrofy News) La falta de lluvias durante el invierno complicó el desarrollo de la campaña fina y el trigo está comprometido en la región núcleo. Desde la Bolsa de Comercio de Rosario señalaron que si no hay lluvias en un corto plazo, se podría perder un 30 % del rendimiento.

Por su parte, la entidad comentó que para la campaña de maíz se necesitan precipitaciones que ronden entre 30 milímetros y 100. De no ser así, sostuvieron que está en duda la siembra de maíz en gran parte de la superficie, en zona núcleo.

Hasta el momento las malas condiciones provocaron que 400 mil hectáreas están en estado regular y 80 mil en condiciones malas. Al resto del trigo sembrado, el agua le alcanza para aguantar 15 días más sin resignar rinde, señalaron desde la Guía Estratégica para el Agro (GEA). 

El tiempo otorgó semanas cálidas y sin agua en la región núcleo. Esta situación generó que, si bien la gran mayoría de los lotes se encuentran en macollaje, hay lotes que comienzan a encañar por las temperaturas.

 “Otro problema es que la tasa de crecimiento del cultivo está detenida y los macollos se están perdiendo por la falta de agua. El calor aceleró la pérdida de agua: ya no hay más humedad en los primeros 20 cm del suelo los lotes regulares”, explicaron desde GEA. Además, sostuvieron que el deterioro del cultivo es preocupante.

Analizando el estado de los cultivos, 120 mil has se sumaron a la condición regular esta semana; la región núcleo ya totaliza 400 mil ha regulares. “Este año se sembró el 25 % del total sembrado en la 2019/20. Y hay un 10 % a 15 % que está muy comprometido por la seca”, sostuvieron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.

Por otra parte, los especialistas destacaron que si el área no recibe 30 a 50 mm el trigo comenzará a perder potencial de rinde. Según pudieron señalar, se estima una pérdida de un 20 a un 30% menos si no llueve antes de fines de agosto. “A pesar de que el cultivo de trigo mantuvo su condición y que el efecto de mayor rotación se nota, es imprescindible el regreso de las lluvias”, comentan en la zona.

Maíz

La campaña de este cultivo también se presenta compleja por la falta de agua. Desde GEA sostuvieron que si no llueve 30 a 100 mm se compromete la siembra.

“Las reservas en profundidad son escasas, están por debajo del promedio y pueden ser un gran impedimento para el maíz”, explicaron desde la BCR. Además, destacaron que muchos cuadros vienen de un trigo/soja de segunda que se llevó gran parte de la humedad.

“Las reservas de agua son escasas y las napas están por debajo de la campaña pasada. Tendría que llover al menos 100 mm antes de sembrar maíz. Si llueve menos que eso, estaríamos con menos del 60% de capacidad de campo y eso es correr mucho riesgo”, concluyeron desde GEA.