El Gobernador fue abucheado al llegar al acto realizado en La Plata. Los familiares se enojaron por el retraso. Alak repasó las líneas gruesas de la política penitenciaria y reafirmó el plan para construir nuevas cárceles y alcaidías.

El gobernador Axel Kicillof, junto al ministro de Justicia y Derechos Humanos provincial, Julio Alak, encabezaron el miércoles un accidentado acto en La Plata.

Fue durante la jura de lealtad a la bandera que realizaron unos 1.400 cadetes y guardias del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), en el estadio Diego Maradona de la capital.

El mandatario bonaerense fue silbado y abucheado por los familiares de los cadetes cuando llegó al terreno de juego del estadio.

Tras el hecho, que derivó en el retiro del Gobernador visiblemente enojado, familiares explicaron a La Tecla.info que “a los chicos los hicieron venir a las 7 de la mañana, a nosotros a las 9 y Kicillof llegó a las 12, es una falta de respeto y ni siquiera pidió disculpas”.

Al momento de repasar las acciones que lleva adelante la cartera de Justicia en el tema penitenciario, Alak sostuvo que se está encarando el “plan de reconstrucción más importante de la historia del Servicio Penitenciario Bonaerense”.

Así, recordó que la superpoblación originó una huelga de hambre al momento en que Axel Kicillof asumió la gobernación, por lo que el objetivo es ampliar la cantidad de plazas carcelarias y sacar a los detenidos de las comisarías.

“Este plan comprende 12 mil nuevas plazas carcelarias, que representan la mitad de las plazas construidas en 200 años de Provincia. Las estamos construyendo cerca de los domicilios de los internos para garantizar su reinserción social”, sostuvo.

En tal sentido, y luego de asegurar que los índices de reincidencia en la Provincia bajaron del 45% al 20%, sostuvo que la inauguración de alcaidías permitirá trasladar internos que actualmente se alojan en comisarías, lo que redundará en más efectivos en las calles.