A pesar de la ola de calor, los episodios de fuertes vientos y granizo que azotaron ciertas zonas y el avance de crucíferas y raigrás resistentes, los rindes resultaron aceptables.

Las Regionales del Nodo Centro de Aapresid, 25 de Mayo, 9 de Julio/Carlos Casares, Lincoln “Gabriel Garnero” y Bolívar se reunieron para analizar la pasada campaña y ver perspectivas para la gruesa que arranca.

Reserva de agua en el suelo y FS

En todas las regionales comenzaron la siembra con muy buena humedad en el perfil del suelo.

La regional 25 de Mayo y 9 de Julio/Carlos Casares arrancaron las siembras temprano por mejores condiciones hídricas, el 11/09 en el caso del maíz y el 02/11 la soja de 1ra. En cuanto a la cosecha, la de maíz arrancó hacia el 09/02 y la de soja el 01/04.

Le sigue la Regional Lincoln, que comenzó a sembrar maíz temprano el 11/10 y la soja de primera el 02/11. La cosecha de la gramínea arrancó el 24/02 y la de la leguminosa el 01/04.

La última en arrancar fue la Regional Bolivar, que por lluvias que se hicieron esperar, arrancaron a sembrar maíz temprano el 26/10 (con una fecha promedio de cosecha del) y el 21/10. La cosecha comenzó en esta zona hacia el 11/04 para maíz y el 24/03 para la soja.

En todo el Nodo sufrieron las temperaturas extremas de fin de enero, que afectaron el llenado de granos del cultivo de soja, principalmente las de primera. Lo mismo ocurrió con el maíz, viéndose más afectados los tempranos, ya que los tardíos tuvieron una mejor performance al escaparle al calor centrando su periodo crítico hacia el otoño.

En cuanto a rendimientos, los maíces tempranos promediaron las 8,4 tn/ha, mientras que los tardíos las 7,4 tn/ha. La soja de primera promedió las 3,3 tn/ha y la de segunda las 2,7 tn/ha. Por último, el girasol promedió las 2,4 tn/ha.

La Regional Lincoln fue la que lideró los rindes, con 9 y 8,5 tn/ha para maíces tempranos y tardíos, respectivamente, las 3,9 y 3,2 tn/ha para soja de 1era y 2da, respectivamente, y las 2.7 tn/ha para el girasol.

La Regional Bolívar fue la más afectada por el déficit hídrico de fines de enero, que se reflejó en los menores rendimientos promedio de todos los cultivos estivales con respecto del resto de la Regionales del Nodo. Los cultivos más afectados fueron el maíz temprano, que se sembró para finales de octubre y, las sojas sembradas a fines de octubre y principios de noviembre. Aun así, las mejores condiciones ambientales de febrero frenaron la caída.

Otra adversidad de importancia en la pasada campaña, sobre todo en 9 de Julio/Carlos Casares y Bolívar, fue el fenómeno de “Supercelda”, caracterizado por fuertes vientos y caída de granizo, que afectó el 30% de la superficie sembrada.

Un tema importante a tener en cuenta para replantear estrategias en la próxima campaña es el avance general que se vio en todo el Nodo de crucíferas, principalmente nabo resistente a 2,4 D y raigrás resistente a graminicidas.