Se trata de Damián Moares, Luis Acuña y Omar Otaviani quienes fueron parte del tradicional evento que recrea las costumbres ganaderas del pasado. Una pasión por la actividad que se renueva de la mano de las nuevas generaciones. La experiencia incluyó también el respectivo trabajo con las tropillas equinas, la participación de destacados artistas y el tradicional asado con cuero matizado con las “criadillas” cocinadas a las brasas.

El pasado sábado se llevó adelante una nueva edición de la tradicional yerra en la zona rural de Nuevo Torino, Santa Fe. En el establecimiento “La Lechuza”, volvieron a confluir los apasionados por esta actividad, los que en esta ocasión, llegaron desde distintos lugares del país, incluyendo San Francisco (en Córdoba), Carlos Casares, Dudignac, San Antonio de Areco, o General Madariaga en Buenos Aires.

Igualmente, por cuestiones de protocolo sanitario, la asistencia estuvo restringida a un grupo limitado de personas, que más allá de esto pudo llevar adelante la marcación, castración y sanidad a los terneros, tal como se hacía antes de la llegada de los alambrados: pialando con un lazo al animal.

El evento incluyó también el respectivo trabajo con las tropillas equinas, la participación de destacados artistas, entre los que se destacó el payador oriental Uberfil Concepción, y el tradicional asado con cuero matizado con las “criadillas” cocinadas a las brasas.

Por invitación de un amigo

Damián Moares, señalo que un amigo que conoce desde hace varios años, con quien los une la pasión por los caballos lo invito varias veces a esta yerra y nunca había ido y en esta oportunidad les dijo a dos amigos Omar Otaviani y Luis Acuña si lo acompañaban y estos no dudaron en aceptar el convite.

“Esto es muy especial, ya que es trabajar como se hacía antes, parando rodeo en un rincón del campo, se saca el animal pialado, se castra y se hace la marcación, de la que participo Omar, el fogón esta prendido a unos 80 metros  del lugar donde  se piala el animal, la marca se trae a caballo, o sea es como se trabajaba antes… Ellos utilizan mucho una herramienta que se llama torno, que es un palenque donde se trabaja el animal… cosas que yo no tenía conocimiento que se hacían a ese nivel… La pasamos muy lindo

Osvaldo Raimundi, es quien me invito, que vive en Coronda, Santa Fe y arrenda campo en Nuevo Torino y hace este tipo de eventos para revivir la tradición, quiere que no se pierda esta esencia, por eso invita a mucha juventud, chico para que vivan y vean lo que se hacia antes para que no se pierda esta tradición.

Volvimos muy contentos, pudimos recorrer su campo a caballo como nos gusta a nosotros, cruzamos un arroyo, al  siguiente, el domingo, este hombre tiene caballos criollos, encerró cinco o seis manadas, unas 90 yeguas de crías de pelajes entreverados, te cansas de ver caballos que es lo que nos gusta a nosotros…”

Por su parte Luis Acuña y Omar Otaviani resaltaron el lugar, “es algo completamente diferente al nuestro… había vaquillona con cuero, comimos yacaré, guazuncho, zapallo hecho a las brasas  la verdad que fue increíble. Y las tareas fuimos todos haciendo todo, menos pialar…”