Fue en el salón de la Sociedad Italiana, el pasado viernes ante una importante concurrencia. Algunos que vivieron la época en que el “Hombre lobo” acecho la comunidad y otros que querían saber de qué se trató. El origen del libro tiene su origen en la infancia del escritor, que lo mantuvo inquieto y con miedo por mucho tiempo.

“La historia de este lobizón surgió cuando tenía 10 años y vivía en Bolívar en esos tiempo empezó a correr el rumor de que en es la zona había aparecido un Lobizon, pero yo no sabía bien donde era ese lugar, hasta que llegó el padre de un amigo mío que había estado en Carlos Casares entonces le pregunté si era cierto eso y sacó el diario, El Oeste, y ahí estaba el identikit y eso me generó terror, pánico tremendo que durante varios días no le permitió dormir.”, le comento Fernando Soto Roland, autor del libro a Casares On Line.

Esta asignatura pendiente, recién empezó a tomar forma con la pandemia cuando comenzó la investigación y tuvo acceso a toda la colección de diario, El Oeste, “allí estaba toda la historia incluso ese dibujo que había visto cuando tenía 10 años ya habían 50 años, era distinto como lo recordaba, la memoria suele jugarnos una mala jugada…

La historia relatada por el diario con los nombre y apellidos, lugares testimonios, allí estaba todo y ahí tomé conciencia realmente lo que son estos hechos para la historia de las casarenses… es parte del patrimonio intangible y cultural de los pobladores”.

Entre un lobizón y un gorila

Soto Roland señalo que entre los relatos que había en los diarios se brindaban datos como la altura de esa criatura extraña, y para sorpresa mia un vecino entrevistado por entonces decía que era un gorila… Si esta historia hubiera surgido en los Estados Unidos, en cualquier comunidad rural hubiera dado origen a un festival porque cuando aparece un bicho raro así lo convierten en un atractivo turístico