Hugo Trezeguet: “Hay obstáculos que están para todos; la única regla es seguir insistiendo en lo que uno cree”

El titular de “Retenes Trezeguet”, el sello local con resonancia sudamericana, Hugo Trezeguet, narró la historia de la empresa familiar que lleva 38 años desarrollando productos de excelente calidad e inexorablemente sigue creciendo.   

Cuando Hugo nació, su padre ya tenía el taller de reparación de máquinas agrícolas metalúrgicas livianas y pesadas.

En 1982 su hijo terminó sus estudios en la Escuela Técnica y, tras haber hecho el servicio militar regresó a Carlos Casares y se alineó en el trabajo con su padre.

 “Arrancamos con la idea original de hacer pistas para retenes.

Empezamos haciendo encamisado del retén al cual patentamos, en su momento, como `Metalurgica Trezeguet’”.

Desde los inicios, Hugo, de vasta experiencia en la materia, trabajó en el desarrollo de las primeras matrices, y a la vez el taller seguía trabajando para ir bancando el desarrollo de la fábrica”.

Mientras el proceso avanzaba “Retenes Vicente” era la boca de expendio para con la familia Trezeguet.

 “En su momento le comprábamos a `Retenes Vicente´ un retén especial porque justamente lo que hacíamos nosotros era una pista súper medida; entonces el interior del retén variaba entre 1 y 2 milímetros que era el espesor de la camisa y,  por eso, había que mandarlo a hacer a medida”.

Cuando Retenes Vicente dejó de fabricar “empezamos a incursionar en ellos con súper medidas que hacíamos y después fuimos haciendo toda la línea de retenes en general”, recuerda Hugo.

Comenzaron con la línea de retenes livianos para vehículos, a la par el taller seguía trabajando.

Una Citroneta primero, un rastrojero Diesel después fueron los primeros vehículos con los que Hugo recorría la zona comercializando sus productos luego de haber trabajado en la producción durante la semana. “Cada vez íbamos expandiéndonos un poco más, y así fuimos organizando la parte de ventas”.

 “Así nacimos de la mano de Julio García, amigo de mi padre que lamentablemente tuvo un accidente en la empresa; fue terrible pero como en todas las cosas hay que seguir. Estamos agradecidos con él por los comienzos de la empresa y su trabajo”.

De a poco se fueron insertando en el mercado hasta que “en 1998/99 empezó a aflojar la metalúrgica y comenzamos a afianzarnos más a la fábrica”.

Toda esta historia fue la precuela del nacimiento de la fábrica de retenes en 1986 con los primeros artículos. De allí en adelante incrementaron el trabajo.  En ese camino incorporaron la línea pesada y avanzaron.

Para entonces, “Retenes Trezeguet” era marca registrada. De ahí en más, diferentes visitas por el mundo del rubro y afines por el país aportaron a la ampliación de horizontes de la firma. 

“Hasta llegar a Automecánica íbamos a diferentes exposiciones, pero fue ahí donde hicimos contacto con gente de países limítrofes haciendo clientes en Uruguay y Venezuela. Son distribuidoras con las cuales actualmente estamos trabajando”, contextualizó el empresario.

En este contexto, un nuevo concepto llegó a la vida comercial de la empresa. Exportaciones. Sobre las mismas Hugo dijo: “Las exportaciones -llegaron- con vaivenes como en todo momento en nuestro país, pero siempre se mantuvieron activas permitiéndonos tener una agilidad en el tema e importaciones, también porque hay algunos elementos que tenemos que traer por no estar en el país o por ser productos muy específicos”.

La fábrica y sus productos

“La primera dirección del taller de mi papá fue en Cecilia Borja; allí nacimos fabricando y cuando crecimos y debimos ocupar más carga horaria nos mudamos al Parque Industrial.

Nos mudamos en tres etapas porque un cambio no es fácil para una Pyme con las grandes inversiones que requiere y lo hicimos en la medida que pudimos”.

Positivo. Así calificó Hugo Trezeguet el cambio de casa “porque tenemos mayor amplitud de franja horaria para trabajar con tranquilidad sin molestar a nadie”.

Productos reconocidos

La calidad de los productos hizo que los caminos de la empresa se diversifiquen. “Lo propio nos obligó a ampliar la línea de producción, los turnos de la fábrica, la matricería y hoy estamos en 1.200 ítems diferentes de aplicaciones”. Dicha argumentación le dio el cambio de barrio.

Hoy la firma cuenta con 23 empleados entre administración, producción, logística y venta.

 “El grueso de la producción de la planta trabaja de 7 a 15 horas; también tenemos un turno más desde las 15 en adelante donde hacemos todo el proceso desde la parte metalúrgica hasta el vulcanizado y terminación del producto.

El 60% de la matricería se hace acá y algo se manda a producir afuera. Los productos se envasan y despachan”, detalla el dueño.

En este sentido, siendo heterogéneo el público de lectores de la nota y, estando Retenes Trezeguet como una marca registrada en el país y a nivel latinoamericano, ¿cómo definís qué es un retén Hugo?

 “El retén es un elemento compuesto por una parte metálica y otra de caucho que hace las veces de retención de los fluidos de aceite; fundamentalmente, permite que no haya fuga de aceite en donde trabaja un eje de rotación. O sea que, es un sello que limita el exterior con el interior de donde está el fluido haciendo que la pieza, el motor, el diferencial, el que sea y no tenga pérdidas de aceite.

Es aplicable a varios lugares de un vehículo como las puntas de eje, las salidas de las cajas de velocidad, las bancadas de distribución del motor, los árboles de leva, en todo lugar donde hay un movimiento y un cubo de aceite y otro de rotación es aplicable un retén”. Así recorrió el concepto Trezeguet quien añadió que hace cuatro años incorporaron la línea de máquinas agrícolas donde se ganaron el reconocimiento de los clientes posicionándose en el país.

Sobre exportaciones e importaciones

“En los últimos tiempos hubo algunos problemas con ciertos insumos. En materia prima importamos alambre para el resorte y otro producto que no hemos tenido problema.

En el caso del caucho, nuestro proveedor si lo tuvo, pero el problema no llegó a nosotros porque nuestros volúmenes son muy chicos para una Pyme como la nuestra.

Sí en su momento hubo falta de entrega; no sabemos si fue por especulación inflacionaria o si realmente no recibían nuestros proveedores los productos en tiempo y forma o las dos partes, pero no agravó la producción”.

Sobre la Cámara de Comercio, Industria y Servicios

“Somos socios de la Cámara desde que mi padre tenía el taller. El servicio y apoyo de la entidad es bueno.

Siempre nos hemos sentido muy cómodos con la Cámara, tiene un muy buen servicio y apoyó siempre. Por eso, a la Cámara gracias por estar presente”.

El mensaje para emprendedores

“Emprender es lo más acertado. Cuando uno arranca hay muchos obstáculos, los caminos no son fáciles pero lo más importante es la perseverancia y constancia para aguantar en el tiempo porque es lo que da la inserción en el mercado. De un día para el otro no se consigue nada, pero, con mucha perseverancia, creo que, se consigue casi todo.

Después hay tropiezos, es ley, pero hay nichos para todos. Afianzarnos nos costó varios años”.

“Mantenerse es crecer un poco todos los días. Estar estable es ir para atrás. No hay mesetas, se sube o se baja. En nuestro caso mantenerse es sacar productos nuevos, escuchar y estar atento a las necesidades de la gente y del mercado y, mantenerse tiene un costo social de la empresa porque hay que ir invirtiendo siempre”.

“A quienes quieran emprender les digo que lo hagan porque es lindo hacer cosas nuevas, desarrollarse y tener ilusiones con lo que uno tiene en mente y no bajar los brazos; saber que hay obstáculos pero que están para todos. La única regla es seguir insistiendo en lo que uno cree”. (Prensa Camara de Comercio)

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