Vuelta a encontrarse para animarse mutuamente en el camino de Jesús y la misión de llevar su amor a los demás. Esa ha sido la experiencia compartida por chicas y chicos de diferentes parroquias, grupos y colegios que participaron en el Encuentro diocesano de jóvenes (EDJ 2021)
El sábado 2 y el domingo 3 de octubre se llevó a cabo, luego del paréntesis impuesto por la pandemia, una nueva versión del Encuentro diocesano de jóvenes que anualmente convoca y reúne a jóvenes y adolescentes de diferentes parroquias, movimientos, colegios y grupos del ámbito diocesano. Este año, siguiendo la normativa sanitaria vigente, se llevó a cabo en el predio del vivero municipal del distrito de Rivadavia (América) en modalidad de campamento.
La cita bíblica “Ánimo, levántate, Él te llama” (cfr. Mc 10,49) sirvió de lema inspirador de las dos jornadas. Fue elegido, precisamente, como motivación para ponerse nuevamente de pie y en marcha luego de las dificultades en tantos aspectos y ámbitos de la vida a raíz del covid19 y que impactaron tan desfavorablemente en los jóvenes y en las familias, tal como lo puso de manifiesto el padre José Pedraza, Delegado de pastoral juvenil, quien se estrena con la organización del encuentro junto al nuevo Equipo diocesano de pastoral juvenil.
En un ámbito marcado por la naturaleza y unas jornadas primaverales, chicas y chicos pudieron compartir una genuina experiencia de reencuentro entre ellos y con Jesús mismo, a través de diferentes actividades, entre las cuales sobresalieron unos momentos sentidos de oración silenciosa con la Palabra, la celebración de la santa Misa y una emocionante adoración eucarística la noche del sábado.
“Ánimo” fue la palabra en torno a la cual giro toda la primera parte de la jornada del sábado con varios testimonios que sorprendieron y conmovieron a los jóvenes. En primer lugar, varios trabajadores esenciales: un agente de seguridad y un médico e intendente municipal a la vez. Y, también, quienes vivieron la enfermedad en primera persona o sufrieron la pérdida de sus seres queridos -una madre relató cómo asumió desde la fe el fallecimiento de su hijo- relataron los momentos de inciertos y críticos atravesaron. Y como en la fe encontraron la luz, la fortaleza y el estímulo necesario para elaborarlos y seguir adelante.
“Él te llama” motivó la segunda parte del día. La celebración de la santa Misa, el testimonio de las vocaciones que nos regala la Iglesia, la adoración eucarística, el fogón fueron momento de fuerte impacto y honda experiencia espiritual.
El domingo por la mañana estuvo dedicado a contemplar la figura de san José, meditación que corrió a cargo del seminarista Alejo Perez Landaburu. Luego, tuvo lugar un profunda y sentida reflexión sobre la oración hecha por la Hna Rosa Angela de las Adoratrices del Santísimo Sacramento.
Presidió la santa Misa dominical el obispo diocesano monseñor Ariel Torrado Mosconi quien convocó a las chicas y chicos a vivir con alegría y entusiasmo la propia fe en comunión. En la homilía, reflexionando sobre la primera lectura, recordó que en todo ser humano hay un “hueco”, un vacío, que solamente puede ser llenado por el amor. Así el amor de Dios, en la familia, viene a colmar nuestros deseos más íntimos invitándonos a una respuesta, una elección y un compromiso igualmente amoroso. Refiriéndose a la exigencia planteada por Jesús en el evangelio, los exhortó a ser generosos, tomándose en serio esa llamada y respuesta, capaz de llenar no sólo la propia vida sino la de cuantos nos rodean. Concluyó invitando a: “contagiar la alegría del Evangelio a los amigos, compañeros y los de su misma edad con pasión, idealismo y generosidad”
Los miembros del equipo organizador coincidieron en afirmar su satisfacción por la nutrida participación y el buen clima tanto de oración como en la convivencia. Asimismo agradecieron a la comunidad parroquial y su párroco padre Juan Carlos Maturana por toda la colaboración prestada. En este sentido merece una mención especial el Intendente municipal y su equipo, quienes facilitaron gentilmente las actividades.
En nombre del Equipo diocesano de pastoral juvenil, el padre José agradeció diciendo: «una experiencia en la cual todos hemos sido evangelizados realmente”. Cabe resaltar la animación llevada a cabo por la banda ‘Filocalia’ de la ciudad de La Plata así como la presencia de varios sacerdotes que atendieron confesiones y el acompañamiento de quien fuera también delegado de pastoral juvenil, padre Mariano Cortés.
Luego de compartir el almuerzo, los participantes regresaron a sus hogares y comunidades, no sin antes despedirse con emoción prometiendo volver a encontrarse en la próxima cita juvenil que será la Peregrinación diocesana al Monasterio de Los Toldos.
Cabe recordar que el Encuentro Diocesano de Jóvenes anual es una de las acciones pastorales diocesanas que se vienen realizando desde hace más de treinta años en distintas comunidades, con diferentes modalidades y organizado por los sucesivos Equipos diocesanos y sus Delegados, habiendo dado frutos tanto espirituales como pastorales y vocacionales.
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