En el brindis de fin de año de la entidad, su presidente, Georges Breitschmitt, realizó un balance de gestión marcado por la defensa de los mercados internacionales ante las barreras paraarancelarias y una fuerte apuesta a la promoción interna enfocada en los jóvenes y el deporte.
En la sede del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), se llevó a cabo la tradicional reunión de cierre de año. Ante miembros del consejo directivo, referentes del sector agropecuario y periodistas (estuvo presente Fernando Alcázar, de Casares On Line), el presidente del Instituto, Georges Breitschmitt, ofreció un discurso detallado donde analizó los desafíos geopolíticos enfrentados, las estrategias de marketing para nuevas generaciones y la imperiosa necesidad de políticas de largo plazo para recuperar el stock ganadero nacional.
Breitschmitt destacó que fue un año donde la geopolítica “llevó al sector de un lado al otro de la banquina”, obligando a la entidad a redoblar esfuerzos técnicos y financieros para sostener la presencia argentina en los mercados más exigentes del mundo, como China, Europa y Estados Unidos.
Defensa técnica de los mercados internacionales
Uno de los ejes centrales del discurso fue el trabajo “silencioso” pero costoso que realiza el Instituto para derribar o sortear barreras comerciales. Breitschmitt recordó el proceso de salvaguardia con China y, muy especialmente, la adecuación a las exigencias de la Unión Europea sobre deforestación.
“Desde el Instituto trabajamos fuertemente con el tema de imágenes satelitales para que esto no tenga ningún costo para el productor”, afirmó el presidente, haciendo referencia al uso de la plataforma VISEC.
Sobre este punto, hizo una aclaración crucial: “El tema VISEC no certifica, sino que es una plataforma que da respuesta a una medida que hemos considerado desde el momento cero como paraarancelaria, pero necesaria para seguir participando de ese mercado”.
Asimismo, celebró la actual ampliación de cuota en Estados Unidos, recordando que fue el IPCVA quien, años atrás, financió con una inversión cercana al millón de dólares el panel necesario para la reapertura de dicho destino.
“Carne como combustible”
En el plano interno, el IPCVA ha puesto el foco en la renovación de su audiencia. Conscientes de los cambios en los hábitos de consumo, la entidad ha dirigido sus cañones hacia los jóvenes (“consumidores del futuro”) y el ámbito deportivo.
“Vamos estudiando todo el tiempo los hábitos de consumo. Por eso estamos presentes en lugares como el Cosquín Rock o en eventos deportivos de alta exigencia como el cruce en Villa La Angostura o la carrera UTMB en Bariloche”, explicó Breitschmitt.
Bajo el concepto de la carne como combustible para el deporte, el directivo compartió una anécdota de Villa La Angostura, donde corredores extranjeros e incluso vegetarianos “sucumbieron ante el placer de la carne argentina”. Esta estrategia se complementa con una agresiva presencia en redes sociales, alcanzando entre 4 y 6 millones de cuentas mensuales.
El desafío del stock: Argentina vs. Brasil
Mirando hacia el futuro y la producción, Breitschmitt fue contundente respecto a la necesidad de recuperar el rodeo nacional. Trazó un paralelismo histórico impactante: a principios de 1900, Argentina y Brasil tenían stocks ganaderos similares.
“Hoy ellos tienen 230 millones de cabezas y nosotros seguimos en 50 millones. Necesitamos recuperar, por lo pronto, esas 10 millones de cabezas perdidas”, señaló.
Para lograr esto, el mensaje hacia la política fue claro: se necesita tiempo y reglas claras. “La ganadería no conoce equipos políticos ni mandatos presidenciales. Necesitamos previsibilidad para que el productor pueda crecer en stock”, sentenció, avizorando un 2026 tan activo como el año que cierra.
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