Leonarda Pires: “En Jardín Casares vendemos vida y, siempre trabajamos para crecer”

Conocé la historia de la familia que gracias a las plantas vive como quiere y, apuesta a seguir cumpliendo objetivos, alegrándole el día a día de sus clientes.

Aunque hay personas que han confundido el lugar con una guardería de niños, bien podría decirse que el espacio es un lugar especial en donde, en este caso, lo que se cuida también es la vida, de las plantas. “Jardín Casares” nació de un sueño compartido entre un misionero y una correntina que se conocieron a más de 1000 kilómetros de sus tierras natales y, no solo se enamoraron uno del otro, sino que, juntos soñaron, proyectaron y construyeron una familia a la que le dieron valores éticos y morales, entre ellos, el del trabajo que hoy es fuente de sustento de Leonarda Piris y Martín Pintos.

Las plantas del Jardín “vieron la luz por primera vez en 2017” en un garaje de calle Balcarce. Con miedo, pocas plantas, pero con la certeza de querer independizarse y contar con un trabajo propio que costó mucho, pero, a poco se fueron haciendo conocidos, cuenta Leonarda quien junto a su familia y, desde avenida 9 de Julio 328, venden, asesoran y disfrutan cada día de su vergel.

“Cuando empezamos a pisar fuerte en el negocio llegó la pandemia y, al no ser un rubro esencial tuvimos que ver la manera de resurgir y, en un momento como no teníamos otra salida, me metí en el trabajo, que también me gusta tanto, de telas y tejidos trabajando muy poco hasta que en un momento le buscamos la vuelta para conectar con la gente y, fue a través de las redes sociales por donde vendíamos, hasta que logramos que el municipio nos dé la habilitación, ya que, hasta ese momento no la teníamos porque recién comenzábamos con el local y, lo hacíamos a puertas cerradas”. Eso hizo que interactuaran mucho más con la gente que no podía salir de su casa por la pandemia y, comenzó a trabajar en ella.

La pandemia como punto de inflexión

“Venderle una planta a la gente era venderle vida”, coinciden Leonarda y Martín. Comercializaban semillas y plantines. “Las personas sembraban semillas y veían el proceso del crecimiento. Interactuábamos mucho con la gente. Nos mandaban fotos, nos preguntaban cosas por WhatsApp y redes sociales; era un ida y vuelta constante porque nos consultaban cosas, esto cómo lo cuido, cómo lo hago y, ver ellos mismos el resultado del procedimiento de ese asesoramiento era una doble satisfacción”.

Por esos años, creció mucho la producción de verduras en la casa y, eso alivió mucho a la gente porque el hecho de tener que estar encerrados y pudiendo trabajar su producción; y, en base a eso, después que paso la pandemia la gente hizo mucha más producción de verduras, de quinta y empezó a afianzarse con las plantas.

“Después de la pandemia pisamos más fuerte y marcamos un paso importante en el comercio, lamentablemente, y nos hicimos más conocidos”, cuenta Leonarda.

“Es un proyecto familiar en el cual trabajamos todos. Con mi marido viajamos a elegir planta por planta, volvemos, descargamos, acomodamos y seguimos”. Todos colaboran porque “el trabajo para nosotros es fundamental, ya que, es lo que les vamos a dejar a nuestros hijos; el mensaje es que, ellos sepan que del trabajo propio sale todo. Trabajar nos dio mucho: conocimos gente y nos hicimos nuestra propia casa”, cuentan contentos sobre estos primeros años. “Interactuar y trabajar con la gente es algo muy lindo, me encanta”, completa Leonarda.

La potencia de las redes sociales

La invención de las redes sociales ayuda a captar nuevos clientes, pero, el boca en boca sigue siendo una herramienta importante y, sobre todo, para la gente mayor que no las utiliza. “Hoy hace ocho años que estamos y hay gente que todavía no nos conocía”.

Como todo rubro tiene sus altibajos y, la temporada fuerte es primavera-verano. “Tenemos plantas de interior y exterior. Ahora en invierno trabajamos mucho con plantas de interior y árboles” narra Leonarda mientras Martín atiende en el sector del patio.

Horarios de atención

Un dato relevante que utilizan a modo de estrategia y, el cual también les funciona para atraer más público es que “no sacamos las plantas afuera porque queremos que la gente entre al local, vea y se sorprenda. Eso es algo muy lindo para nosotros”.

En este sentido, “Jardín Casares” está abierto de lunes a sábados de 9 a 12 y de 16 a 20 horas, donde se encuentran todo tipo de plantas y, entre ellas, las clásicas que más se venden son las Sansevierias, los palos de agua y el potus. Nunca salen de moda, aunque tenemos las nuevas que van llegando, afirman.

¿Pero quiénes las compran? El público es variado. A Jardín Casares va mucha gente grande, pero, después de la pandemia comenzó a concurrir más gente joven equilibrando la balanza en un 50%. También los hombres se han integrado mucho más con las plantas que antes no se veía tanto, cuentan gratamente sorprendidos.

“Últimamente las plantas están muy de moda. Mucha gente joven que se muda sola elija sumar una entre las primeras cosas que quieren es tener. Piden algo fácil, simple y que se cuide sola”, por lo que “uno le da las indicaciones y, al poco tiempo nos dicen mirá que linda está”. En este punto, “hasta ahora no hemos tenido ningún inconveniente. Por una planta siempre hacemos amigos, nunca enemigos. Le debemos mucho a la gente, gracias a ellos estamos muy bien plantados”.

Recomendaciones báscias para el cuidado de una planta

“Todos piden una planta fácil de cuidar. Eso es lo fundamental que nos plantean. Y si bien no soy experta, con los años he ido trabajando mucho y entiendo, por lo que, siempre recomiendo algo práctico. En este sentido, hay que saber que todas las plantas son de afuera”, entonces “les explicamos que para la vida de una planta es fundamental que tenga luz natural porque es gracias a ello que vive”. Algunas necesitan más y otra menos agua.

Si bien Escobar es el lugar al cual viajan a buscar las plantas, todas vienen de Misiones, Corrientes y Entre Ríos.  “Elegimos una por una porque nos gusta venderle a la gente algo que esté bien, que funcione y, al ser de aquellos pagos, sabemos de dónde viene la mercadería”.

Sobre la Cámara

“Somos nuevos en la Cámara de Comercio, pero, sí conocemos el trabajo y nos gusta lo que hacen. El salón es espectacular, se destaca mucho. Está bueno todo lo que nos ofrece y lo que escuchamos que la gente comenta de cómo se trabaja con ello. Está bueno que acompañen y defiendan al comerciante. En lo personal estamos experimentando con la institución y vamos re bien”.

El mensaje a los emprendedores

“Plantá tus sueños y déjalos crecer” es la frase de cabecera de Leonarda y Martín. “Es una frase que nos toca mucho porque si bien somos luchadores y trabajamos siempre juntos, decimos que vamos a hacer algo y, si bien nos cuesta mucho, es un sueño por lo que trabajamos hasta lograrlo”. Por eso, a los emprendedores les dicen que trabajen por sus sueños que, con altibajos, se logran objetivos. “Jardín Casares surgió, sigue y seguirá creciendo”.

Prensa Camara de Comercio

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