Bien sabido es que no solo en Casares sino en todos los lugares, las fiestas clandestinas que reúnen a cientos de jóvenes es preocupación de funcionarios y población en general, ya que se ha podido constatar la falta de cuidados por parte de los asistentes, pudiendo ser focos de contagios de otras personas, pero no es poca la preocupación los lugares donde se realizan estas.

En los últimos días circularon videos y fotos de reuniones de jóvenes realizadas en cercanías de canales o cunetas profundas o en medio de rastrojos  sembrados con el peligro que esto significa si por descuido o lo que fuere toma fuego el predio.

Ante todo esto y sabiendo que por más que se implementen sanciones más severas, los padres hablen con sus hijos (hay que destacar que el rango de edades de los concurrentes van desde los 18 años en adelante, es probable que este tipo de reuniones se podrían seguir realizando.

Debido a esto es que, de acuerdo a lo que nos señalaron algunos padres, están interesados en hablar con el Intendente Torchio y quien fuere, para ver de qué manera actuar de manera en conjunta para ver que solución se le da a este problema, no solo el posible contagio sino para evitar accidentes o situaciones más dramáticas que luego se tengan que lamentar.

Es posible que muchos digan que cada padre se haga cargo, pero también se olvidan que alguna vez fueron jóvenes y por lo general son desafiantes y enfrentan todo aquello que signifique una prohibición.

Es dable de destacar que a desde marzo y por varios meses los jóvenes fueron los que más habían acatado las disposiciones gubernamentales (hubo excepciones) pero luego de algunas cosas permisivas por parte de mandatarios, se mostraron más reaccionarios y desobedientes.

Esperemos que se pueda concretar esta reunión, de la forma que fuere, y que logren arribar alguna propuesta constructiva y que evite este tipo de reuniones masivas por el bien de todos.