La del lunes fue una luctuosa jornada para la comunidad de Daireaux. Allí, más precisamente a unos 5 kilómetros del acceso a esa localidad por la ruta 65, encontró la muerte Guillermo Andrés Jara, de 45 años, en el marco de un episodio violento que ocupó a la prensa de todo el país a partir de ese momento y se extendió durante todo el día de ayer.

Jara era un camionero domiciliado en General Rodríguez, provincia de Buenos Aires, quien se trasladaba por esa ruta provincial procedente precisamente de General Rodríguez con destino a Río Negro en ejercicio de su labor. Manejaba un camión Mercedes Benz perteneciente a la empresa Transportes Segovia cuando, en el acceso mencionado, fue interceptado por un piquete de colegas suyos que protestaban allí por la falta de gasoil a nivel país. Piquetes de similares características se emplazaron desde hace unos cuantos días en diferentes puntos del territorio nacional con idéntico propósito, intentado que los camiones que circulan por las rutas se plieguen al reclamo y detengan su marcha.

Guillermo Andrés Jara, padre de dos hijos y camionero por vocación, decidió hacer caso omiso a esos intentos, lo que provocó una discusión con las personas que lo interceptaron. Todo tomó una connotación más violenta cuando el rodriguense continuó su viaje tras algunos forcejeos provocados por quienes quisieron bajarlo del rodado.

Personas a bordo de tres vehículos (un camión, una camioneta Fiat Strada y un Peugeot 3008) lo persiguieron y cuando había recorrido aproximadamente 5 kilómetros en dirección hacia Bonifacio su marcha fue sobrepasada por la Strada que llevaba a bordo de su caja a dos hombres. Estos descendieron de la camioneta, tomaron piedras que encontraron en la banquina y, de frente, las impactaron contra el parabrisas del Mercedes Benz. Una de ellas atravesó el vidrio e impactó en la cabeza de Jara provocándole la muerte casi instantánea.

La autopsia practicada confirmó ayer que “Jara muere porque el piedrazo fue de tal magnitud y de tal violencia que le destroza el cráneo, impacta en el frontoparietal izquierdo y la muerte violenta se produce minutos después que él cae. Esta situación de despiste del camión, es producto de la violencia y él cae prácticamente muerto”, tal como lo expresó el fiscal a cargo de la causa penal iniciada, Dr. Arcomano, del foro de Trenque Lauquen.

Como producto del violento ataque el camión desvió hacia la banquina derecha de su sentido de circulación donde chocó con una alcantarilla. Jara fue socorrido por personal de Bomberos Voluntarios y de la Policía de Daireaux llegados al sitio tras su convocatoria, aunque nada pudieron hacer para salvar su vida.

A partir de ese momento se puso en marcha un intenso operativo policial y judicial tendiente a esclarecer los pormenores del suceso que se enmarcan en un proceso penal por homicidio. El jefe comunal Hernán Durisotti, desplegó un eficaz procedimiento que se extendió hasta altas horas de la noche del lunes dando parte al agente fiscal Arcomano, competente por razones de jurisdicción, quien también se hizo cargo de la investigación en forma inmediata. El mismo lunes se tomaron una docena de declaraciones testimoniales al cabo de las cuales se dictó la aprehensión de tres hombres, todos camioneros radicados en Daireaux, a quienes se los señala, a priori, como potenciales autores de la agresión que terminó con la vida de Jara.

El martes fue una jornada de intensa labor investigativa. Conocidos los resultados de la autopsia, se confirmó que la muerte del camionero se debió al impacto de una piedra en su cabeza y, más tarde y luego de una exhaustiva revisión del sitio del ataque esa piedra fue localizada, lo que se constituye en un elemento probatorio de vital importancia judicial.

A media mañana del martes se conocieron los nombres de los aprehendidos. Se trata de Fabián Paredes (44), Darío Martín (46) y Federico Fernández (34), camioneros que participaban del piquete y a quienes se los acusa de ser autores materiales de los hechos violentos derivados en muerte.

El propio fiscal Arcomano, dio algunos detalles sobre el final de la tarde cuando, en diálogo con algunos medios de alcance nacional, explicó que, por esas horas, aún no se había podido determinar cuál de los aprehendidos había sido la persona que arrojó la piedra que causó la muerte de Jara y que todavía no se había procedido a tomar la declaración indagatoria, primer acto de defensa en juicio que marca el artículo 308 del Código de Procedimientos Penales, haciendo la salvedad de que pueden ellos negarse a declarar ejerciendo un legítimo derecho constitucional.

Los tres deroenses fueron trasladados a diferentes comisarías de la provincia de Buenos Aires y allí permanecerán hasta que el propio agente fiscal los cite.

Arcomano también informó que el infortunado camionero muerto habría filmado con su teléfono celular la agresión de la que fue víctima, motivo por el cual es muy posible que se obtenga evidencia fílmica de ese momento ya que ese dispositivo fue recuperado por efectivos a cargo de las tareas de investigación. Todo se conocerá cuando se proceda a efectuar los peritajes de rigor sobre el teléfono de Jara, circunstancia que, en principio, ocurriría mañana. Del mismo modo, en el transcurso del jueves se procedería a tomarle a los imputados las declaraciones indagatatorias pendientes.

Un halo de inmensa tristeza envolvió ayer a la ciudad de Daireaux. Conmovida por un episodio que no debió suceder, por el dolor que causa una muerte injusta y porque la violencia, al fin, el lunes salió victoriosa. En medio de este panorama, familiares de Guillermo Andrés Jara se expresaron especialmente por redes sociales. Una de sus hermanas, en una desgarradora carta subida a Facebook, sintetizó: “me duele el alma. Algunos decidieron que valía más el piquete que tu vida” (Diario La Mañana de Bolivar)