El Óvalo se convirtió en el centro vibrante de la diversidad cultural el pasado sábado, cuando la ciudad celebró con gran entusiasmo la segunda edición de la Fiesta de las Colectividades. Al igual que en 2022, el clima agradable se unió a la animada multitud que se congregó en el  salón de eventos de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios.

Buena música, comidas típicas y distintos espectáculos fueron los condimentos esenciales para el divertimento de la multitud que celebró por segundo año consecutivo la Fiesta de las

Colectividades que, de a poco, empieza a instalarse en el calendario de eventos de Carlos Casares y que atrajo a personas de todas las edades y orígenes.

 “Gracias a todas las colectividades por volver a confiar en la Cámara y en su iniciativa, a todas las personas que se animaron y participaron con su música, a los que nos emocionaron con la danza y a la comunidad en general por acercarse a compartir la diversidad de sabores y culturas en un evento que representa la unión de los pueblos y la diversidad de culturas”, contó la Presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios, Mariela Ottaviani.

Al igual que los últimos rayos de sol, en el ocaso del sábado, la gente arribaba a El Óvalo por el Acceso Guillermo Lowenthal.

Tras estacionar sus vehículos en el amplio y cómodo estacionamiento, las familias transitaban los metros finales al salón por los jardines del predio “Juan Carlos Cerdá”; a cada paso, los aromas tentadores comenzaban a adueñarse del ambiente.

Italianos, españoles, judíos y vascos ofrecieron sus clásicos menús. A diferencia del año pasado, este año se sumaron emprendedores locales, representando la colectividad japonesa y tailandesa, que además de acercar sus delicias culinarias al evento, mostraron vestimentas típicas y distintas costumbres al público asistente. El Club de Leones, el Centro Tradicionalista El

Bagual, la Dante Alighieri, la cooperadora del Jardín Merceditas y la unión de padres del Sagrada Familia y Juan XXII, también formaron parte de la noche con sus puestos.

El evento se inauguró con el tradicional desfile de las colectividades, que recorrieron el pasillo en dirección al escenario para recibir el cálido reconocimiento y aplauso de las más de 2000 personas que llenaron el predio. Una vez en el escenario, el locutor del evento, Fernando Alcázar pidió un respetuoso minuto de silencio, acto simbólico para clamar por el cese del fuego e implorar por la paz mundial, debido a la las guerras que se están dando.

Entre paellas, pizzas, asados, sushi y demás exquisiteces, la música llenó el ambiente con la destacada actuación de Desmadre Orkesta, un grupo de música Klezmer, que celebró la rica herencia judía en Europa del Este, de donde provienen los primeros colonos de Carlos Casares.

Desmadre Orkesta, llegó a la ciudad gracias a la generosidad de la Sociedad Israelita, quienes hicieron posible su participación en la gran fiesta. Los músicos irrumpieron gratamente en su primera entrada de la noche en el corredor del patio de comidas. La gente no solo fue espectadora; también bailó al ritmo de la banda que luego amplió su repertorio en el escenario.

El primero de los espectáculos musicales que se dieron en el escenario, estuvo a cargo de la Escuela de Danzas MOVE que, tuvo una entrada por colectividad mostrando bailes identitarios de cada una de las presentes.

Entre cada una de sus presentaciones, la alternancia tuvo lugar el debut del concurso de talento local. Otro espacio para mostrar el arte local. Lucia Santangelo se quedó con el primer puesto cantando Folklore, el segundo puesto fue para el grupo musical “Happy Chords” y Cristina Seraci, solista vocal en el ámbito melódico cerró el podio. Roberto Martínez, recibió mención especial por su aporte como solista melódico.

Con un ambiente festivo que llenó de energía a todos, el evento iba llegando al cierre, que se hizo con la destacada actuación de Ezequiel “Toti” La Voz Castillo, quien hizo que los asistentes se entregaran al baile con entusiasmo y alegría.

“El fin de semana fue la culminación de un gran y arduo trabajo que llevamos planificando hace meses, para que la gente disfrute como lo hizo. Ganamos todos, y eso nos deja felices y nos entusiasma para hacer el balance y, con las sugerencias y críticas de la gente, las cuales recibimos bien, comenzaremos a pensar en la tercera edición”.

La Fiesta de las Colectividades se ha convertido en un evento insignia en Carlos Casares. Con la exitosa conclusión de esta segunda edición, los organizadores ya están pensando en el futuro, inspirados por el entusiasmo y la participación de la comunidad, y planean hacer