Comento de Miguel Schiariti presidente de Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA)

La industria frigorífica vacuna registró una importante retracción del nivel de actividad en el undécimo mes del año, tanto en la comparación mensual como interanual. El rebote de octubre quedó como un dato aislado. Se observó una menor faena de todas las categorías relevantes, manteniéndose la relación faena de hembras-faena total en un nivel muy elevado, muy por encima del intervalo que permite sostener las existencias vacunas.
En noviembre se faenaron sólo 1,047 millones de cabezas de hacienda vacuna, 7,1% menos que en octubre, al corregir por el número de días laborables, y 9,2% menos que en el mismo mes de 2024. Fue la novena caída en los últimos once meses.
La faena de machos cayó 9,1% entre noviembre de 2024 y noviembre de 2025, totalizando 540,0 mil cabezas. Hubo menor faena de novillos (-5,6%) y, en particular, de novillitos (-10,2%).
La faena de hembras
La faena de hembras también disminuyó en la comparación anual (-9,4%), descendiendo el total a 506,8 mil cabezas. Se faenaron 12,6% menos de vaquillonas y 1,7% menos de vacas. Por ello, la participación de las hembras en la faena total se ubicó en 48,4%, es decir apenas 0,1 puntos porcentuales por debajo del registro de noviembre de 2024. No obstante, el ratio faena de hembras-faena total se mantuvo en un nivel muy elevado, ubicándose muy por encima del intervalo que permite sostener las existencias vacunas.

Lo que opinamos desde CICCRA es que desde la apertura del mercado chino, la faena de hembras ha aumentado debido a que como hoy la vaca tiene un valor interesante, la mayoría de los productores no dejan vacas secas en el campo para darle otra oportunidad. En cambio, prefieren dejar vaquillonas propias o cambiar 1,5/2 vacas secas por una vaquillona, por lo que desde que el IPCVA, con el apoyo de las autoridades nacionales, logró abrir ese mercado en 2012, se está produciendo un rejuvenecimiento del rodeo de vacas y mejorando la relación ternero/vaca, permitiendo que se aumente la faena de vacas 47/48 % sin que se caiga fuertemente el stock en general, si bien aún no hemos recuperado las 12,5 millones de cabeza que perdimos con Guillermo Moreno como secretario de Comercio en los años 2007, 2008 y 2009, ‘ayudado’ por una fuerte sequía en 2009. De esa pérdida de stock sólo hemos recuperado entre 5% y 7%.
Llegado a este punto muchos opinan que es necesario aumentar fuertemente el stock. Lo que seguramente nos llevará entre cuatro y cinco años. Nosotros creemos que sería más rápido y más económico aumentar fuertemente el peso de faena actual desde los 232 kg/res hasta los 282 kg/res (50 kg por res). Es decir, con la misma faena, producir 20% más de carne, es decir unas 600.000 tn r/c/h adicionales. Para llegar a esta producción demoraríamos entre 2 y 3 años.
Creemos que para que esto se produzca en tan poco tiempo, es necesario que la banca oficial genere una línea de crédito a valor producto y a tasa de interés de no más de 4%-6% anual.
Menos zafra de terneros

En enero-noviembre del corriente año la industria frigorífica faenó 12,44 millones de cabezas de hacienda vacuna. En la comparación interanual se verificó una retracción de 1,9%, que se sumó a la baja de 5,6% anual que había experimentado la faena en enero-noviembre de 2024. Todo lo cual fue producto del factor climático adverso que prevaleció entre 2021 y 2023, que provocó reducción de existencias y menores zafras de terneros en los últimos años. Y esto se reflejó en la serie ‘histórica’, pasando la actividad sectorial de puesto Nº 5 entre los últimos cuarenta y seis años en enero-noviembre de 2023, al puesto Nº 11 en enero-noviembre de 2024 y al puesto Nº 14 en enero-noviembre de 2025.
De acuerdo con las estadísticas que elabora el Senasa, los 137 establecimientos habilitados por el organismo faenaron el 77,4% del total en lo que transcurrió del año. El promedio por establecimiento habilitado se ubicó en 70,3 mil cabezas. Por su parte, los restantes establecimientos faenaron un total del 22,6% del total
La faena de machos
En total se faenaron 6,547 millones de machos y 5,897 millones de hembras en lo que transcurrió del año. La faena machos experimentó un retroceso de 1,1% interanual y la de hembras hizo lo propio en 2,8%. De esta forma, la participación de las hembras en la faena total disminuyó 0,4 puntos porcentuales entre enero-noviembre de 2024 e igual período de 2025, ubicándose en 47,4%. No obstante lo cual, hay que señalar que se mantuvo por encima del intervalo consistente con el sostenimiento del rodeo vacuno, que evaluamos como necesario desde hace más de una década.
Entre los machos, la faena de novillos subió 4,5% anual. A la inversa, la de animales más jóvenes experimentó una caída de 1,86% anual y la de toros hizo lo propio en 6,1% anual. En tanto, entre las hembras, retrocedió la faena de vacas (-8,7% anual) y subió la faena de vaquillonas (1,3% anual).
En noviembre de 2025 se produjeron 245 mil toneladas res con hueso (tn r/c/h) de carne vacuna, es decir 6,3% menos que en octubre, corrigiendo la serie por el número de días laborables. Toda la caída fue explicada por el menor número de cabezas faenadas, que no llegó a ser compensado por la leve mejora del peso en gancho del animal faenado (234 kilos; 0,9% mensual). Y al contrastar con los guarismos de noviembre de 2024, la producción registró una disminución de 6,7%, también producto de la caída de la faena que más que compensó la mejora de 2,8% anual del peso en gancho de animal.
En los primeros once meses del año la producción de carne vacuna fue equivalente a 2,88 millones de tn r/c/h, resultando 0,5% inferior a la de enero-noviembre de 2024. Mientras la faena de hacienda descendió 1,9% anual, el peso promedio en gancho del animal subió 1,4% anual (ubicándose en 232 kilos).
Casi 3 millones de toneladas de carne

En enero-noviembre de 2025 se produjeron 2,881 millones de toneladas r/c/h de carne vacuna, una cantidad apenas 0,5% inferior a la producida en el mismo período de 2024.
Por su parte, las ventas al exterior de carne vacuna registraron una contracción de casi 10,0% con respecto a enero-noviembre del año pasado, totalizando 779,6 mil tn r/c/h, producto de la disminución de las compras chinas durante el primer semestre del año.
Por lo tanto, el consumo aparente de carne vacuna habría verificado una suba de 3,4% interanual, hasta alcanzar un total de 2,101 millones de tn r/c/h. Y de esta manera, el consumo per cápita habría ascendido a 48,3 kilos/año en los primeros once meses del año, ubicándose 2,3% por encima del promedio de enero-noviembre del año pasado (+1,1 kg/hab/año).
En octubre se exportaron 54,9 mil toneladas peso producto (tn pp; sin considerar las exportaciones de huesos con carne) de carne vacuna. Al igual que un año atrás, la caída estacional de los envíos a Israel (-71,6%; -4.519 tn pp) alcanzó para explicar la contracción del total exportado con relación al mes previo. En tanto, en la comparación interanual, las exportaciones totales se contrajeron 2,4% (-1.362 tn pp), debido a que las menores ventas a China, Israel, México, Canadá, Chile e Italia, más que compensaron los mayores envíos a Países Bajos y EE.UU., cuando se consideran los principales destinos de las exportaciones vacunas argentinas. Por su parte, las ventas a Alemania, Brasil y España se mantuvieron en niveles similares a los de octubre de 2024.
Valores en alza
En noviembre el precio del animal en pie comercializado en el mercado de Cañuelas continuó ascendiendo a un ritmo elevado y alcanzó el mayor valor con relación al nivel general del Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM ng) de los últimos quince años. En esta oportunidad la mayor demanda de novillos y la retracción de la oferta de novillitos y vaquillonas, provocaron un salto del precio promedio (12,8% mensual; $ 3.334,5 por kilo vivo). Y con estos guarismos, desde que comenzó a operar el factor estacional en julio, el alza del precio promedio llegó a 51,6% en los últimos cinco meses, acumulando una suba de 78,1% con respecto a noviembre del año pasado. Al combinar estos movimientos con la corrección a la baja de la cotización en pesos del dólar estadounidense tras las elecciones legislativas, el valor del animal en pie en moneda dura experimentó una recuperación aún mayor (13,2% mensual, al cambio oficial; 14,4% mensual, al cambio ‘libre’).
Cuando se suman los factores estacionales y la escasez de hacienda actual, producto de la liquidación de existencias y de la menor zafra de terneros a posteriori, provocadas por el clima adverso de las campañas ’22 a ’24, entre junio y noviembre del corriente año en promedio el valor del animal en pie acumuló un incremento de 51,6%, que en términos reales (deflactado por el nivel general del IPIM) llegó a 35,1%, alcanzando el precio relativo más elevado de los últimos quince años. En términos nominales, vacas y toros tuvieron subas de precios de 80,8% y 77,0%, respectivamente. En tanto, en las restantes categorías también hubo aumentos muy significativos: 40,4% (MEJ), 36,6% (novillos), 27,1% (novillitos) y 28,4% (vaquillonas).


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