Para no entrar en frases  partidarias, hay una que dice “Lo prometido es deuda” y al parecer a los integrantes del Club de motos “Moteros a morir” son de palabra y cumplen, ya que tras saber de la forma precaria que vivía un vecino de nuestro medio, Francisco Emanuel Duarte, de unos 80 años de edad aproximadamente, en principio le colocaron un nylon negro para tapar los agujeros del techo y se comprometieron a cambiarle las chapas del techo de la casa ubicada en Passerini y Monseñor D`Andrea.

Recibieron ayuda de la comunidad, de una Iglesia Evangélica y se tomaron el trabajo de ir al Municipio para hablar con algún funcionario para que, ya que no habían hecho algo por motus propios, colaboren con materiales. Les dieron las chapas entre otras cosas, pero la mano de obra fue toda de los moteros.

La tarea, que consistió en cambiara chapas, tiranterìa y reparar ventanas y revoques, la hicieron el sábado y la misma fue ardua, pero muy gratificante. Una vez más donde la casta política  (funcionarios públicos o no) no están presentes, la ciudadanía, la gente común es la que vuelve a tenderle una mano al necesitado. Felicitaciones y gracias.