La inflación es una de las principales preocupaciones de la población y en tiempos electorales cobra mayor relevancia. Asimismo, el precio de la carne es puesto bajo la lupa debido a las subas constantes. Desde el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) presentaron un informe al respecto. El oficialismo celebra una pequeña baja en el valor, pero desde el agro salieron al cruce y lanzan advertencias.
La inflación es una de las principales preocupaciones de la población y en tiempos electorales cobra mayor relevancia. Asimismo, el precio de la carne es puesto bajo la lupa debido a las subas constantes. Desde el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) presentaron un informe al respecto. El oficialismo celebra una pequeña baja en el valor, pero desde el agro salieron al cruce y lanzan advertencias.
El relevamiento indicó que “en la evolución de las variaciones mensuales a lo largo del año 2020 y los primeros ocho meses de 2021, se observan incrementos significativos de la carne vacuna durante enero (7,6%), marzo (5,6%), abril (9,2%), noviembre (7,7%) y diciembre (20,2%) de 2020, y también en 2021, con particular aumento en los meses de enero, marzo y junio de 2021 (6,3% 7,3% y 7,9% respectivamente)”.
Sin embargo, resaltaron que “cortando con la fuerte dinámica alcista, en julio y agosto los distintos cortes de carne vacuna mostraron en promedio una caída de 1,0% y 1,4% respectivamente”.
El estudio incluyó cortes “caros, intermedios y económicos” y también el pollo “dado los elevados niveles de consumo”. Entonces, explicaron que “en los tres tipos de categoría ha habido un descenso de precios: en los cortes caros el promedio fue de -1,3%, en los cortes intermedios alcanzó -1,2% y en los económicos fue de -1,0%. Por su parte, el pollo bajo su precio 0,7%. Dado que la canasta involucra una mayor ponderación de cortes intermedios, el promedio de precios resulto de -1,4%”.
A su vez, confirmaron que “una reducción de la brecha entre los precios del asado y el pollo entero, que se había incrementado sensiblemente en los últimos meses. Esto se debe a un leve aumento del precio del pollo junto con la reducción de precios de la carne vacuna”.
“Es decir, si en julio de 2021, 1 kilo de asado equivalía a 3,66 kilos de pollo, en agosto de 2021, 1 kilo de asado equivale a 3,58 kilos de pollo. El abaratamiento de la carne vacuna respecto al pollo durante el mes de agosto fue del 2,1%”, resaltaron.
Evolución de precio en cortes económicos, intermedios y caros
Sobre los cortes de carne caros, la reducción de precios fue superior a las otras categorías: vacío (-3,5%), matambre (-2,3%) y cuadrada (-2,2) y el resto de los cortes más parejos al promedio. Sólo se observan leves aumentos en colita de cuadril (0,3%) y nalga (0,1%).
En cuanto a los intermedios, las principales reducciones se encuentran en asado de tira (-2,8%), picada especial (-2,1%) y bife ancho (-1,7%), todos ellos por encima del promedio general. Se observa sólo un leve aumento en tapa de nalga (0,3%).
En el caso de los económicos, la principal reducción, al igual que el mes de julio, se reflejó en picada común (-4,8%), falda (-0,8%), y con un leve aumento carnaza común (0,6%) y roast beef (0,1%).
En términos interanuales, es decir respecto a agosto 2020, la variación de precios nominales de la carne (+78,2%) se movió muy por encima de la variación de precios del período (+51,8% aproximadamente), lo cual implica un encarecimiento de los diversos cortes en términos reales.
A pesar de los números expuestos en el informe y el beneplácito presidencial, desde el campo salieron al cruce.
Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra): “La caída en el precio del consumo tiene que ver porque en este momento no se vende asado, no se venden bifes, porque el precio es imposible de pagar, por eso hay ofertas de esos cortes y otros cortes que son más caros y en invierno se venden menos”.
Asimismo consideró: “No podemos decir que el cierre de exportaciones tiene que ver con la caída del precio del consumo interno, sino que al corto plazo el precio de la carne va a aumentar, porque la carne de consumo está escaseando y hay pocos novillitos. Se debe tener en cuenta que en dos años se perdió un millón y medio de cabezas y esto genera que este año se tengan 550.000 terneros menos, eso se va a notar a fin de año”.
Respecto a las consecuencias directas de las medidas presidenciales, el titular de Ciccra comentó que “hubo una reducción en los salarios de los trabajadores de la industria frigorífica exportadora y ya comenzaron los despidos, como también la pérdida del 40 y 50 por ciento del salario porque se anulan turnos y no hay horas extras, eso ocurre en Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba, donde está gran parte de la industria exportadora”.
Sobre el escenario post electoral consideró que “va a haber medidas por parte de las cadenas de las carnes y la mesa de enlace. Seguramente habrá un amparo colectivo que pedirán todas las entidades y después del 12 de septiembre se vendrá un paro de comercialización, no sólo de carnes, sino también de cereales y esto le va a generar un problema serio al gobierno, porque al no haber comercialización, no habrá para pagar liquidación de divisas, ni nada que se le parezca y esto puedo terminar en una 125, si el gobierno insiste en seguir atacando al sector agropecuario como lo viene haciendo desde hace casi dos años”.
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