La inseguridad no es un tema nuevo y no por ello hay que dejarlo de tratar, porque son muchas las personas que la padecen a diario y los casarenses no son le excepción.

A diario podemos escuchar que algún vecino ha sido víctima del accionar de los delincuentes, en menor o mayor medida, y van desde hurto de garrafas, baterías de camiones hasta hechos de mucha relevancia como es el ingreso a viviendas que suelen incluir agresiones a sus moradores, pero lo peor de todo es que muchos no hacen denuncia y quienes la hacen su espera es eterna para que le den una respuesta positiva sobre quien o quienes fueron los autores del ilícito del que fueron protagonistas.

Hace un mes aproximadamente una mujer mayor que escucho ruido en el patio al salir se encontró con el malviviente que la golpeo en su rostro y luego de reducirla termino concretando el robo. De esta causa se informó del hecho pero nada se sabe, a pesar de tener conocimiento de quien pudo haber sido el autor, si este ha sido detenido o sigue gozando del “privilegio” de la libertad.

Otro hecho tuvo lugar hace una semana aproximadamente, una docente al regresar a su hogar a la tardecita, se encontró en el interior de la vivienda con un sujeto de contextura mediana, quien, sin ahondar en detalles termino disparando, saltando tapiales, tras los gritos de la víctima que alertaron al barrio.

El delincuente, que violento una puerta balcón, perdió en su huida un gorro y una “herramienta de trabajo” de fabricación casera. De este caso a pesar de que se brindaron detalles de quien podría ser por su  descripción y que podría tener algún rastro distintivo que le quedo en una de sus manos en la disparada, tampoco lo han detenido.

Ante estos hechos de inseguridad, donde la propiedad privada no es tan privada, ya que los ladrones violentan las puertas o ventanas, los dueños, gastan hasta lo que no tienen para protegerse, poniendo rejas y cerrojos, encerrándose en sus propias casas, cual prisión y quienes deberían estar tras las rejas deambulan libremente.

En todos los casos, al ser una ciudad chica se conocen quienes pueden ser y más si se realizan descripciones, pero amas allá de que la policía actúe, alguna pata de la justicia está fallando, hay una Justicia que suele ser muy garantista, miembros de ésta que divulgan los hechos en los cafés y los que terminan siempre perdiendo son las víctimas, para colmo la pata política, se hace la distraída, mira para otro lado pensando o creyendo que no es su problema y nada más lejos de la realidad.